Del lado de acá
"El lado de acá" transcurre en Buenos Aires, luego del regreso de Horacio Oliveira de París. Su relación con la Maga había concluido dejándolo tan deprimido que decide escapar a la Argentina para poder olvidarla. Allí se reencuentra con sus amigos Traveller y Talita, una pareja que se trabajaba en un circo.
De regreso a la Argentina
Horacio Oliveira, llega al aeropuerto de Argentina, recibido por su amigo Traveler junto a su pareja, Talita. Ambos vivian juntos en un departamento y trabajaban en un circo realizando diversas demostraciones.
Traveler, por su parte es un hombre bastante parecido a Horacio en diferentes sentidos, logrando así un constante vinculo de rivalidad y afecto. Traveler se hallaba deprimido, el hecho de no haber viajado como su amigo, lo dejaba en una postura en la cual el se sentía inferior ante él.
Talita, al igual que Horacio y Traveler tenía sus "deliririos" al ser el centro de todas las conversaciones de ambos, debido a los sentiminetos que sentía Traveler por ella y por el hecho de Horacio veía a La Maga reflejada en algunas cosas de Talita. Se podría decir que se hallaban en un "triangulo amoroso" aunque nunca se declara ningún sentimiento de parte de los tres personajes.
Un puente entre ambos sentimientos
En cierto momento de la trama, Horacio decide vivir al lado de Traveler para así continuar su vida dispersando la cabeza, incluso con la idea de trabajar en el circo junto a la pareja amiga. Ambos departamentos del mismo edificio estaban enfrentados con una distancia que incluía una caida hacia la calle y ventanas en ambos lados para hablar.
Una tarde (que segun ellos tres era de un frío abrumador), Horacio le pide a Traveler que le alcanze yerba y una caja de clavos. Según decía Oliveira, la yerba era para "obviamente cebarse unos amargos" y la caja de clavos para algo que aún ni el sabia que era. La idea era para pasarselos, era colocar unas tablas de madera para crear un puente entre ambos departamentos para que así Talita lo cruze y le alcanze "el paquete" a Horacio. La situacion transcurre a partir de diversas discutas, conversaciones e ideas.
La situación termina con Talita arrojandole las cosas adentro de la casa de Horacio aun cuando este le criticaba su punteria. Ella se sentía de nuevo centro de las conversaciones/discuciones de Horacio y Traveler viendose a ella misma como una victima de de esta idea de estar entre ambos hombres con un precipicio debajo de sus pies.



Juego del cementerio y las Preguntas-Balanza
—Joder —dijo admirativamente Oliveira. Pensó que también joder podía servir como punto de arranque, pero lo decepcionó descubrir que no figuraba en el cementerio; en cambio en el jonuco estaban jonjobando dos jobs, ansiosos por joparse; lo malo era que el jorbín los había jomado, jitándolos como jocós apestados.
«Es realmente la necrópolis», pensó. «No entiendo cómo a esta porquería le dura la encuadernación.»
Cortázar, Julio, Rayuela, Alfaguara, Buenos Aires, 2006 [1963], capítulo 41, p.263
Lo que hace Oliveira en el epígrafe es “jugar en el cementerio”. O al menos, así lo llama él; es lo que hacen con la Maga cuando están aburridos en París. ¿En qué consisten los juegos en el cementerio? Se trata de ir al diccionario (el cementerio de palabras) y tomar términos que parecieran no ser parte del español, para formar oraciones con sentido. Al regresar a la Argentina, este juego era una actividad corriente entre los tres.